20070824

Regreso



¿Ya llegaste?
¿encontraste los peces vivos?
¿y la cama tendida?
los zapatos bajo ella,
(sin polvo o con él)
todos los aparatos desconectados
(mi fantasma vagando,
flotando entre
la sala y la cocina).

¿Abriste ya la puerta?
¿te topaste con las plantas...
no obstante verdes?
y cucarachas muertas,
y hormigas regadas
en el piso de la sala
(en este estado
no puedo barrer).

¿Todavía prenden los focos?
¿las puertas rechinan?
Las llaves del gas
están cerradas.
Notarás que no hay
trastes sucios,
y que los ceniceros
están limpios,
que hay café en el bote
(espero todavía fresco).

¿Qué día es hoy
que regresas?
Todas mis libretas
están en orden
y mis poemas también
(cronológicamente)
los espejos cubiertos
(no me gusta verme así).

Si vas al baño
las cortinas limpias
te darán la bienvenida
con los jabones nuevos
y la tapa abajo
y el tubo de pasta
bien tapado
y mi rastrillo sin vellos
y la jerga extendida
y todo como te gusta.

Tu ropa doblada
junto a la mía ídem
en nuestra cajonera.
El clóset cerrado,
de caoba y cristal
que mandé a hacer
para que combinara
con tus ojos.

Si sales al patio
notarás que no hay
bolsas de basura
(las tiré antes de irme)
y en la rama grande
del fresno,
no te espantes
al verme colgado
mi cuello roto,
mi cabeza colgando,
los pies colgando,
las manos colgando,
la lengua colgando,
mi pene colgando;
¡Que bueno que regresaste,
y encontraste todo como querías!


Julio, 2002; Xalapa

20070820

De cómo el caballero Armandís de Mina recuperó el favor del Olimpo y colaboró con Artemisa


Hace unos meses Artemisa(en noviembre de 2006) publiqué un post en el que hablaba de mis desaveniencias con lo griego, o más bien, de cómo lo helénico no se me da. Para los lectores nostágicos y hermeneutas, puede leerse acá.

Ahora parece que dicha reyerta ha sido superada, al menos en parte, ya que he colaborado con el Olimpo, más específicamente con Artemisa, hija de Zeus y Leto, hermana gemela de Apolo.

Sí, mis avezados lectores, el post de hoy deben buscarlo en
Desde el Olimpo, blog amigo que ya desde hace varias semanas se encuentra entre mis links y mis favoritos.

La colaboración en cuestión es un cuento, inédito por el momento, próximo a publicarse en Los humos del Café, hasta donde tengo entendido. El título es "
Medusa o de la movilidad de las piedras", los invito a leerlo y a conocer el blog de Artemisa, quien tan grande merced ha concedido a este simple mortal.

20070814

De la famosa aventura en que el caballero se enfrenta a La Ira y La Culpa, vive para contarla y huye para luchar otro día


El otro día me enojé por una tontería, una nimiedad que no valía la pena, y lo sabía. Conozco mis límites y defectos, uno es que me enojo muy rápido y por poca cosa, me enojo sobre todo con gente a la que quiero y estimo, con los más cercanos.

Total que abatido con la culpa, y un poco de enojo todavía (tal vez por hacerme sentir culpable, y la culpa alimentaba a la ira), escribí un texto que pensaba postear de inmediato. Después supe que me arrepentiría de ponerlo solo, así nomás, sin explicación ni nada. Ese día no hubo post.

Hoy la perspectiva que da el tiempo me ha impulsado a publicar el texto susodicho. Antes de, debo aclarar que cuando uno está enojado dice cosas que no diría normalmente, que no tengo qué postear (ideas, varias; textos, ninguno) y que lo siguiente corresponde a un momento emocional, que a pesar de todo, he decido compartir con mis amables cuatro (tal vez cinco) lectores.


A veces siento que la ira me ronda. No sé si dejarle la puerta abierta o negarme: no me agrada la desazón que la sucede. Es que me gusta pensar que soy buena gente, que si me quieren es por mis bonitos sentimientos, o que es por ellos que voy a lograr que me quieran. Pero ¿quién soy yo? Sólo un humano más. No estoy más allá de la ira, por más que me guste pensar bien de mí.

O si no, me conviene pensar que si la ira me controló, fue por una buena razón. Si me enojo, la culpa es de los que me hacen enojar, “ya saben que soy práctico y no me gusta andar con chingaderas”. Pero algo en mí protesta, “no debiste enojarte”, “el que se enoja pierde” o “si eres mejor persona, no te dejes llevar por la ira”.

Pero ¿quién soy para creerme mejor?, ¿por qué lo creo?

Supongo que lo que me desagrada es la culpa, y la voz que me hace dudar de mis verdaderos sentimientos. Si me enojo ¿soy más humano? Si no me enojo ¿soy una persona mejor?, ¿según quién?

Y la culpa que no se va ni con una confesión como esta que hago.


Anger is a gift

A veces me siento como un monstruo.

20070801

En el que el autor no oye ladrar a los perros


No diré que últimamente me he dado cuenta de, es algo que ya sabía y que había presentido desde antes, incluso lo he aceptado, pero no he hablado de ello. Me refiero a que vivo en espera de algo, vivo dejando pendientes, procrastinando, como si este fuera un ensayo de la vida que tengo por delante y no mi vida en sí.

Vivo preparándome para los buenos tiempos, que no sé si han de llegar; para cuando sea grande, y tengo 28 años; esperando a la mujer ideal, y estoy solo. No estoy donde pensé que estaría a los 30, lo cual es lógico, porque, para empezar, y repitiendo lo dicho, tengo 28, pero ya me ronda la crisis de los 30...

Es evidente en lo cotidiano, por ejemplo he pospuesto varias lecturas (El hombre sin atributos, de Musil; Ulysses, de Joyce; los cuentos completos de Tario; La Ilíada -en una edición bilingüe de la UNAM, con traducción de Ruben Bonifaz Nuño-, de Homero; La montaña mágica, de Mann; Manual de pintura y caligrafía, de Saramago; El Quijote de Avellaneda; Los trabajos de Persiles y Sigismunda, Destruición de Numancia y Entremeses, de Cervantes entre otros, sólo incluyo libros que tengo, no que deseo, la lista sería larga larga), varias películas (también de mi colección, tres de Wong Kar Wai, tres de Bergman -y acaba de morir-, una de los hermanos Coen, etc.), dos tesis (para corregir), algunos e-mails (por contestar), y bueno, así se me pueden ocurrir más cosas, como tareas domésticas y ya mejor me callo, antes de enumerar las deudas, pequeñas, pero deudas.

Y la tesis, bien gracias.

No estoy deprimido, no, el panorama no es prometedor, pero me quedan dos años (año y medio) para enderezar las cosas, je je, cómo no.

No estoy viviendo mi vida y debo hacer algo al respecto; bueno sí, pero quiero más.

Esta semana tendré que ir a ver Los Simpsons, la película, para tener un boost de felicidá y perspectiva.

Creo que lo que me falta es algo que me mueva a hacer las cosas que quiero, pero que prefiero no molestarme en, que me motive a escribir poemas como el del post anterior, "Starting today", y ya tengo el ojo en alguien. Ésa sería la buena noticia, ya hace casi dos años que dejé de fumar, es noticia vieja y ya no me parece válido colgarme de ella para mostrar que a mí también me pasan cosas buenas.

Mientras, a mis amables tres (tal vez cuatro) lectores, los dejo con un chiste gringo: