20150126

Cachito Vega y el Escuadrón 201

Subteniente Fausto Vega Santander
En dos o tres ocasiones anteriores había escuchado que un novio de mi abuela murió en la guerra, pero hace poco, al oír el nombre y que pertenecía al Escuadrón 201 –conocido también como Águilas Aztecas– me interesé más y empecé a interrogarla. Más tarde, al buscar información sobre Cachito Vega –mi abuela no recordaba su nombre– el único de los pilotos caídos con ese apellido era el subteniente Fausto Vega Santander, de Tuxpan.

     Al decir guerra me refiero por supuesto a la Segunda Guerra Mundial. La participación de México en ésta fue tan mínima que muchas personas la desconocen, se reduce a los aspectos siguientes: los mexicanos que se enlistaron en el ejército de los Estados Unidos; los braceros que cubrieron el déficit de mano de obra en los campos de ese país; la fabricación de T.N.T. y cartuchos para armas portátiles para el ejército estadounidense; los buques nacionales hundidos por submarinos alemanes como una provocación, el patrullaje de las costas con elementos propios y el heroico Escuadrón 201 de la Fuerza Aérea Expedicionaria Mexicana (FAEM) –lo que hace a ésta la única unidad militar mexicana que ha combatido fuera del territorio nacional–.

La Escuadrilla Águilas Aztecas al parecer es un nombre que
eligió el Escuadrón 201 en los entrenamientos con la USAAF
     Tras confirmar que Fausto Vega era el mismo Cachito de los recuerdos de mi abuela, y leer la entrada en la Wikipedia sobre él, le enseñé una foto que hallé en otro sitio, y no quedó duda: mi abuela era la novia perdida del héroe tuxpeño Cachito Vega. Al ver su foto dijo: “tenía una sonrisa muy bonita, se sonreía de lado, con la boca chueca”, con una emoción visible.
     Ella lo conoció en el DF, su familia le rentaba un cuarto a su hermano Esteban, al que conocían de Tuxpan, Cachito llegó de visita, venía de la escuela de aviación en Guadalajara “y ahí nos hicimos noviecitos”, recuerda mi abuela, días antes de que partiera con su escuadrón, las Águilas Aztecas, a reunirse con la Fuerza Aérea de los Estados Unidos (USAAF, por sus siglas en inglés).
     La importancia del Escuadrón 201 en la guerra es, como el de tantas otras unidades de diversos países, un esfuerzo conjunto; según el capitán Henry H. Arnold, comandante en jefe de las Fuerzas Aéreas Aliadas, los pilotos de la FAEM con bombas de fragmentación y de fuego pusieron completamente fuera de combate a unos 30 mil japoneses. “Más tarde hicieron siete vuelos sobre Formosa, prestando así valiosísimo concurso durante esas operaciones, que precedieron a nuestro avance sobre las islas Riukiu al sur del Japón”.
     Sin embargo, la repercusión en el territorio nacional fue de mayor dimensión, pues el ejército mejoró considerablemente: se puso en vigor el Servicio Militar Nacional, construyeron campos militares con cuarteles amplios e higiénicos; la Intendencia dejó de ser una oficina de trámite y se convirtió en un servicio eficiente de alimentación, vestuario y equipo; se adquirieron vehículos, ametralladoras antiaéreas y morteros de grueso calibre, obuses de 155 mm. y anticarros; la Fuerza Aérea llegó a contar con más de 300 aparatos; se puso al día el servicio de transmisiones; se inauguró el Hospital Militar; se crearon de modo permanente las divisiones, los regimientos de infantería, la brigada motomecanizada, la artillería de costa, las escuelas de conductores de vehículos y de artificios, los grupos de asalto y los paracaidistas; se instituyó el seguro de vida para los militares, entre otras cosas. A su regreso de la guerra, el Escuadrón 201 fue recibido con honores y con una “manifestación patriótica”, según señaló el diario El Universal en la época.
     El Escuadrón perdió a cinco hombres en las Filipinas, a dos más en ejercicios de entrenamientos y a un operador de radio por enfermedad, Cachito Vega estaba entre los primeros
     Cito a la Wikipedia:
El 1º de junio de 1945, a la edad de 21 años, el P-47 Thunderbolt del joven aviador fue abatido por las defensa antiaéreas enemigas durante una arriesgada misión de bombardeo en picada contra un emplazamiento japonés ubicado en la Bahía de Súbic. Aunque el ataque mexicano, al mando del teniente Carlos Garduño Núñez fue un éxito, el servicio de búsqueda y rescate de la USAAF confirmó que el avión de Vega se hundió en el mar de Luzón sin dejar rastros.

Mi abuela se enteró como el resto del país de la muerte de Cachito Vega, en las noticias, y sintió mucha tristeza. No supo, hasta que yo le referí lo hallado en internet, que el Aeropuerto de Tuxpan –si bien militar– lleva su nombre, Fausto Vega Santander, lo mismo que la calle donde nació. Que se le considera un héroe nacional y que incluso le han dedicado poemas, eso sin contar los múltiples honores que en conjunto le han dedicado al Escuadrón 201, como la estación del Metro en el DF y el mausoleo conmemorativo en el bosque de Chapultepec. 


Un caza P-47D del Escuadrón 201 sobrevolando las Filipinas (1945)



Publicado originalmente en La Jornada Veracruz