20080923

De elefantes (Paquidérmico)


En fechas recientes leí que Orhan Pamuk por fin había terminado El museo de la inocencia, una novela de la que lleva años hablando. Sólo los escritores divos pueden permitirse anunciar los libros por adelantado y las fechas de publicación. Y digo divos en el buen sentido, Juan Rulfo en su tiempo anunciaba La cordillera como su próxima novela, misma que nunca terminó o que, tal vez, nunca tuvo la intención de terminar, según lo creía Tito Monterroso (leer "El zorro es más sabio" en sus Fábulas). J. K Rowling también anunciaba la fecha de publicación del número siguiente de la serie de Harry Potter, y en las librerías se hacían unas colas ridículamente largas, más bien parecía que los iban a regalar.

La semana pasada leí que Saramago terminó su nueva novela, a pesar de la larga enfermedad que hizo que Pilar pensara que la iba a dejar incompleta. Saramago se recuperó y terminó El viaje del elefante (A viagem do elefante), que se publicará simultáneamente en varios idiomas este otoño. No es porque sea fan de Saramago (y lo soy), peeero la novela se ve muy muy buena, promete. Acá pueden leer un fragmento, en su blog, El cuaderno de Saramago.

Desde muy niño me atraen los elefantes, siento que mis interiores se estremecen cuando veo uno y sus ojos me provocan una melancolía profunda, me dan ganas de abrazarlos. Por eso cuando leí esta nota en El universal me entristecí. Indra, una elefanta de cinco toneladas, se escapó y murió atropellada al cruzar la carretera México-Tulancingo, el chofer del autobús también murió en el choque, sin embargo logró evitar que el bus volcara y probablemente le salvó la vida a sus pasajeros.

Hablando de elefantes, oigan esta canción de Beirut, Elephant gun; y si quieren más, chéquense este cuento, ya que vamos encarrerados.



Via El universal online
Imagen tristísima