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Subteniente Fausto Vega Santander |
En
dos o tres ocasiones anteriores había escuchado que un novio de mi
abuela murió en la guerra, pero hace poco, al oír el nombre y que
pertenecía al Escuadrón 201 –conocido también como Águilas
Aztecas– me interesé más y empecé a interrogarla. Más tarde, al
buscar información sobre Cachito Vega –mi abuela no recordaba su
nombre– el único de los pilotos caídos con ese apellido era el
subteniente Fausto Vega Santander, de Tuxpan.
Al
decir guerra me refiero por supuesto a la Segunda Guerra Mundial. La
participación de México en ésta fue tan mínima que muchas
personas la desconocen, se reduce a los aspectos siguientes: los
mexicanos que se enlistaron en el ejército de los Estados Unidos;
los braceros que cubrieron el déficit de mano de obra en los campos
de ese país; la fabricación de T.N.T. y cartuchos para armas
portátiles para el ejército estadounidense; los buques nacionales
hundidos por submarinos alemanes como una provocación, el patrullaje
de las costas con elementos propios y el heroico Escuadrón 201 de la
Fuerza Aérea Expedicionaria Mexicana (FAEM) –lo que hace a ésta
la única unidad militar mexicana que ha combatido fuera del
territorio nacional–.
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La Escuadrilla Águilas Aztecas al parecer es un nombre que eligió el Escuadrón 201 en los entrenamientos con la USAAF |
Tras
confirmar que Fausto Vega era el mismo Cachito de los recuerdos de mi
abuela, y leer la entrada en la Wikipedia sobre él, le enseñé una
foto que hallé en otro sitio, y no quedó duda: mi abuela era la
novia perdida del héroe tuxpeño Cachito Vega. Al ver su foto dijo:
“tenía una sonrisa muy bonita, se sonreía de lado, con la boca
chueca”, con una emoción visible.
Ella
lo conoció en el DF, su familia le rentaba un cuarto a su hermano
Esteban, al que conocían de Tuxpan, Cachito llegó de visita, venía
de la escuela de aviación en Guadalajara “y ahí nos hicimos
noviecitos”, recuerda mi abuela, días antes de que partiera con su
escuadrón, las Águilas Aztecas, a reunirse con la Fuerza Aérea de
los Estados Unidos (USAAF, por sus siglas en inglés).
La
importancia del Escuadrón 201 en la guerra es, como el de tantas
otras unidades de diversos países, un esfuerzo conjunto; según el
capitán Henry H. Arnold, comandante en jefe de las Fuerzas Aéreas
Aliadas, los pilotos de la FAEM con bombas de fragmentación y de
fuego pusieron completamente fuera de combate a unos 30 mil
japoneses. “Más tarde hicieron siete vuelos sobre Formosa,
prestando así valiosísimo concurso durante esas operaciones, que
precedieron a nuestro avance sobre las islas Riukiu al sur del
Japón”.
Sin
embargo, la repercusión en el territorio nacional fue de mayor
dimensión, pues el ejército mejoró considerablemente: se puso en
vigor el Servicio Militar Nacional, construyeron campos militares con
cuarteles amplios e higiénicos; la Intendencia dejó de ser una
oficina de trámite y se convirtió en un servicio eficiente de
alimentación, vestuario y equipo; se adquirieron vehículos,
ametralladoras antiaéreas y morteros de grueso calibre, obuses de
155 mm. y anticarros; la Fuerza Aérea llegó a contar con más de
300 aparatos; se puso al día el servicio de transmisiones; se
inauguró el Hospital Militar; se crearon de modo permanente las
divisiones, los regimientos de infantería, la brigada
motomecanizada, la artillería de costa, las escuelas de conductores
de vehículos y de artificios, los grupos de asalto y los
paracaidistas; se instituyó el seguro de vida para los militares,
entre otras cosas. A su regreso de la guerra, el Escuadrón 201 fue
recibido con honores y con una “manifestación patriótica”,
según señaló el diario El
Universal en
la época.
El
Escuadrón perdió a cinco hombres en las Filipinas, a dos más en
ejercicios de entrenamientos y a un operador de radio por enfermedad,
Cachito Vega estaba entre los primeros
Cito
a la Wikipedia:
El 1º de junio de 1945, a la edad de 21 años, el P-47 Thunderbolt del joven aviador fue abatido por las defensa antiaéreas enemigas durante una arriesgada misión de bombardeo en picada contra un emplazamiento japonés ubicado en la Bahía de Súbic. Aunque el ataque mexicano, al mando del teniente Carlos Garduño Núñez fue un éxito, el servicio de búsqueda y rescate de la USAAF confirmó que el avión de Vega se hundió en el mar de Luzón sin dejar rastros.
Mi abuela se enteró como el resto del país de la muerte de Cachito Vega, en las noticias, y sintió mucha tristeza. No supo, hasta que yo le referí lo hallado en internet, que el Aeropuerto de Tuxpan –si bien militar– lleva su nombre, Fausto Vega Santander, lo mismo que la calle donde nació. Que se le considera un héroe nacional y que incluso le han dedicado poemas, eso sin contar los múltiples honores que en conjunto le han dedicado al Escuadrón 201, como la estación del Metro en el DF y el mausoleo conmemorativo en el bosque de Chapultepec.
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Un
caza P-47D del Escuadrón 201 sobrevolando las Filipinas (1945)
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